«Ignorar la ley no exime de su cumplimiento… y en el caso de la seguridad de las máquinas, tampoco de sus consecuencias.»
El pasado 27 de febrero, el Parc de Recerca i Innovació de la Universitat de Girona fue el escenario de una jornada reveladora: “Responsabilitats derivades del Nou Reglament de màquines UE 1230/2023”. No fue una formación más. Fue una sacudida necesaria para todos los mandos intermedios y responsables técnicos que aún no han interiorizado los profundos cambios legales y estratégicos que trae el nuevo reglamento europeo de máquinas.
Cuando integrar una línea te convierte en fabricante… sin saberlo
La primera gran lección que dejó el evento fue tan clara como inquietante: muchas empresas que creen ser simples usuarias de maquinaria están asumiendo el rol —y la responsabilidad legal— de fabricantes.
Automatizar una línea, modificar una máquina, integrar sistemas… acciones cotidianas que, según el nuevo reglamento, te convierten en “fabricante a efectos legales”, con todas las obligaciones que ello conlleva.
Joan Perona, experto certificado CE, lo dejó claro: la incorrecta aplicación del Reglamento 1230/2023, combinado con la Directiva 2006/42/CE y el RD 1215/97, puede acarrear sanciones graves, incluso penales, a directivos y técnicos.
La gestión anticipada del riesgo ya no es opcional
Lo más valioso no fue la advertencia, sino la orientación. Porque la jornada también explicó cómo anticiparse desde el diseño y compra de maquinaria, cumpliendo con los Requisitos Esenciales de Seguridad (RESS) y evitando sorpresas desagradables.
En palabras de Paco Chavero, consultor en prevención, la seguridad no se “pone” después: se diseña desde el primer plano técnico.
El evento también abordó el siempre incómodo «¿y si hay un accidente?». Las consecuencias legales y económicas de una negligencia en este ámbito pueden ser demoledoras para cualquier empresa. No se trata solo de multas: se trata de vidas, reputación, continuidad operativa y responsabilidad penal.
El momento estelar: Manel Bestraten y el enfoque sistémico
La jornada alcanzó su punto álgido con la participación de Manel Bestraten, expresidente del INSST y actual presidente de MIESES GLOBAL. Con su habitual claridad y profundidad, Bestraten instó a los asistentes a elevar la mirada más allá del cumplimiento normativo.
Su mensaje fue directo:
“No se trata solo de evitar sanciones. Se trata de cómo entendemos la organización, cómo gestionamos los cambios, cómo diseñamos entornos de trabajo seguros y sostenibles. La prevención no es un coste: es parte del sistema.”
A través de su visión integradora, conectó el factor humano, la cultura organizativa y la estrategia empresarial, recordando a todos los mandos que liderar también es cuidar. Y que la anticipación en seguridad es un acto de responsabilidad, pero también de inteligencia organizativa.
La cultura preventiva como ventaja estratégica
El broche final, compartido con referentes como Gemma Massana (Vall Companys) y Abel Lacasa (ETEX – Ursa Ibérica), subrayó una idea transversal:
La integración de la prevención en la gestión técnica no es solo una obligación ética o legal. Es una ventaja competitiva.
Minimiza paradas, reduce conflictos, genera confianza interna y externa… y sí, protege a la dirección de responsabilidades innecesarias.
¿Y ahora qué?
Este tipo de jornadas son mucho más que formación. Son espejos que nos muestran lo que quizás no queríamos ver:
- Que, como mando, tienes más responsabilidad legal de la que imaginas.
- Que la ignorancia no te protegerá cuando llegue la inspección o el accidente.
- Que la prevención proactiva es rentable, aunque no lo veas en la hoja de Excel.
Conclusión
No estar informado ya no es una excusa, es un riesgo.
Si diriges, diseñas, compras o supervisas maquinaria en tu empresa, es hora de actualizarte. Porque la línea entre ser usuario o fabricante se ha difuminado. Y porque la ley ya ha cambiado… te enteres o no.

